De cuantos hercios es mi monitor

Monitor de 144hz atascado en 60hz

En un nivel básico, la frecuencia de refresco se refiere a la rapidez con la que tu monitor puede mostrar una nueva imagen. Cuando juegas, las imágenes del juego se envían desde tu PC (o consola) al monitor. A medida que cambia la escena, también tiene que cambiar en la pantalla.

Una mayor frecuencia de refresco significa que el monitor es capaz de cambiar rápidamente y mostrar lo que viene a continuación. Esto es importante cuando juegas a videojuegos modernos de ritmo rápido, en los que cualquier ralentización del sistema o latencia puede hacerte perder una partida o fallar un tiro que deberías haber ganado.

Los monitores básicos suelen tener una frecuencia de refresco de unos 60 Hz. Los monitores más caros tienen opciones de 120 Hz, 240 Hz o incluso 360 Hz. Aunque comprar uno de estos monitores no significa que vaya a funcionar con esa frecuencia de refresco de serie. Primero tienes que cambiar algunos ajustes en Windows.

Si tu PC puede ejecutar juegos con FPS (fotogramas por segundo) altos, es probable que la experiencia sea más fluida. Pero si tienes un juego con muchos FPS y sólo utilizas un monitor con una frecuencia de refresco baja, te estás perdiendo algo, ya que estás creando un cuello de botella.

Monitores homologados

Es normal que, a la hora de comprar un monitor de sobremesa, uno se deje llevar por el tamaño, la forma, la resolución y la calidad del color. Sin embargo, en función de las necesidades de su empresa, es posible que también quiera tener en cuenta una característica menos llamativa: la frecuencia de actualización del monitor.

La frecuencia de actualización es la frecuencia con la que la pantalla se actualiza con nuevas imágenes cada segundo, medida en hercios (ciclos por segundo). El contenido puede parecer estable en la pantalla, pero lo que el espectador no puede ver es lo rápido que cambia: hasta 360 veces por segundo. Cuanto mayor sea la frecuencia de refresco, más fluida será la calidad visual.

Las frecuencias de refresco muy altas no son tan importantes para los oficinistas que se dedican a la informática ligera, como el tratamiento de textos, las hojas de cálculo y el correo electrónico. Pero en profesiones más visuales, como la producción creativa y el desarrollo de juegos, una frecuencia de refresco alta para los monitores tiene un valor incalculable.

La frecuencia de refresco estándar para monitores de sobremesa es de 60 Hz. Pero en los últimos años se han desarrollado monitores más especializados y de alto rendimiento que admiten frecuencias de refresco de 120 Hz, 144 Hz e incluso 240 Hz, lo que garantiza una visualización de contenidos ultrasuave, incluso para las necesidades de procesamiento visual más exigentes.

Prueba de frecuencia de actualización

En general, la frecuencia de refresco determina la fluidez con la que aparece el movimiento en la pantalla. Por ejemplo, si juegas a un videojuego con mucha acción rápida, una frecuencia de actualización más alta puede mejorar tu experiencia de juego para seguir el ritmo de la acción. Una mayor frecuencia de refresco también puede ayudarte a disfrutar de una mejor experiencia con movimientos más suaves cuando navegas por Internet o utilizas un lápiz digital para escribir o dibujar.

Una mayor frecuencia de refresco también puede reducir la duración de la batería porque consume más energía. Por eso, si utilizas un portátil o una tableta y quieres ahorrar batería, puedes reducir la frecuencia de refresco. Sin embargo, eso también podría reducir la experiencia general cuando estés usando tu dispositivo.

Nota: es posible que veas la palabra “dinámica” junto a algunas frecuencias de actualización que aparecen en la lista. Las frecuencias de refresco dinámicas aumentan la frecuencia de refresco automáticamente cuando entintas y te desplazas, y la reducen cuando no estás haciendo este tipo de cosas. Esto ayuda a ahorrar batería y proporciona una experiencia más fluida.

En general, la frecuencia de refresco determina la fluidez con la que aparece el movimiento en la pantalla. Por ejemplo, si estás jugando a un juego que tiene mucha acción rápida, una frecuencia de actualización más alta puede ayudar a mejorar tu experiencia de juego en general para seguir el ritmo de la acción. Un refresco más alto también puede ayudarte a disfrutar de una mejor experiencia con movimientos más suaves cuando navegas por Internet o utilizas un lápiz digital para escribir o dibujar.

Cómo activar 120hz en el monitor

En un equipo que ejecuta Windows 7 y versiones más recientes de Windows, no se puede cambiar la frecuencia de actualización de pantalla para determinados monitores. En concreto, este comportamiento se produce en monitores que informan de una temporización compatible con TV de 59,94 Hz, pero no de 60 Hz.

Algunos monitores indican una frecuencia compatible con TV de 59,94 Hz. Por lo tanto, Windows 7 y las versiones más recientes de Windows exponen dos frecuencias, 59 Hz y 60 Hz, para cada resolución compatible con esa temporización. La configuración de 59 Hz asegura que una temporización compatible con TV esté siempre disponible para una aplicación como Windows Media Center. El ajuste de 60 Hz mantiene la compatibilidad para las aplicaciones que esperan 60 Hz.

En Windows 7 y versiones más recientes de Windows, cuando un usuario selecciona 60Hz, el sistema operativo almacena un valor de 59.94Hz. Sin embargo, 59Hz se muestra en la frecuencia de actualización de pantalla en el Panel de control, aunque el usuario haya seleccionado 60Hz.

Este comportamiento está diseñado para monitores y televisores que sólo informan de 59,94 Hz, pero no de 60 Hz. Tanto 59Hz como 60Hz se convierten a 59.94Hz antes de que estos valores se envíen al controlador. Por lo tanto, la pantalla es idéntica a 59Hz y 60Hz.